Soy Aria Bedmar y con 27 años he conseguido el mayor logro de mi vida: vivir de lo que más amo en este mundo, la interpretación.

Desde pequeña he tenido fijación por el baile, el canto y cualquier forma de arte que se haga sobre un escenario.

Al mismo tiempo, siempre me ha gustado escribir, pero nunca he ido más allá de relatos cortos, escenas específicas o ideas inconclusas.

Un día me levanté por la mañana con una idea clara sobre lo que quería escribir. Fue entonces cuando caí que era el momento para ponerme manos a la obra.

Tenía la inspiración y motivación.

Después de dedicarle muchas horas y dejarlo reposar otras tantas, pude presentar una obra finalizada al concurso del Ateneo 2022 y conseguir ser finalista.

Cuando permití que todos leyeran mi pequeño bebé, al que le he dedicado tantos meses, me daba mucho miedo porque me sentía totalmente expuesta. Ahora siento orgullo y motivación a continuar.